El cáncer de próstata es el segundo tipo de cáncer más frecuente en el hombre a nivel mundial y el quinto en provocar un mayor número de decesos.
Reconocer los síntomas primarios ayuda en muchos casos a la corrección oportuna de la enfermedad, o por lo menos a evitar un peor desenlace.
¿Qué es el cáncer de próstata?
La próstata es una glándula situada por debajo de la vejiga y se encarga de la producción del semen junto con los testículos y vesículas seminales.
Así como cualquier órgano del cuerpo humano, la próstata tiene el riesgo de sufrir por un proceso canceroso y otras enfermedades.
Este cáncer surge cuando las células glandulares de la próstata comienzan a proliferar de manera anormal y provocan la patología. Los distintos tipos de cáncer son los siguientes:
Adenocarcinoma (más común).
Carcinoma de células pequeñas.
Carcinoma de células transicionales.
Sarcoma.
Tumores neuroendocrinos.
En la mayoría de los casos suelen realizarse diagnósticos tempranos sobre el cáncer de próstata, esto por los exámenes de rutina en adultos mayores.
Factores de riesgo
Los riesgos asociados con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata son los siguientes:
Edad: Los hombres mayores de 50 años tienden a sufrir de un mayor riesgo. Es infrecuente que haya casos por debajo de esa edad.
Obesidad y tabaquismo: Con frecuencia ambas inducen demasiadas enfermedades, por lo que no es raro encontrar estos factores.
Grupo étnico: Raza negra y sujetos con ascendencia africana tienen mayor predisposición.
Antecedentes familiares: Si bien también ocurre en sujetos sin antecedentes conocidos, el riesgo aumenta cuando sí los hay.
Factores genéticos: Los mismos genes presentes en el cáncer de mama (BRCA1 y BRCA2) se encuentran activos en raras ocasiones.
Síndrome de Lynch: es un tipo de cáncer colorrectal de origen hereditario el cual es capaz de inducir cáncer de próstata.
No del todo comprobados: excesivo consumo de lácteos y grasas, inflamación de próstata, infecciones de transmisión sexual y vasectomía.
Signos y síntomas presentes al padecer cáncer de próstata
Antes de entrar de lleno a los síntomas, es primordial indicar que este proceso canceroso puede presentarse sin síntomas de inicio.
Por ende, resulta importante el chequeo médico anual al pasar de los 50 años, cuando el riesgo de padecer cáncer de próstata es mayor.
Los signos y síntomas más recurrentes asociados con esta patología también son comunes en otras enfermedades, por lo que el diagnóstico diferencial será esencial.
Problemas asociados a la micción
En estos pacientes hay mayor necesidad de orinar repetidamente junto a un lento flujo urinario con predominio nocturno, conocido como polaquiuria y nicturia.
La hematuria o presencia de sangre durante la micción y también tras la eyaculación sucede con frecuencia.
Asimismo, durante ambas actividades el paciente tiene dolor al orinar y dolor al eyacular.
Síntomas tras larga evolución de la enfermedad
Llega a existir dolor sobre las articulaciones más cercanas a la próstata. La cadera y la columna son las más afectadas.
No es raro que pueda extenderse hasta las costillas, esto por la metástasis que induce el cáncer hacia el tejido óseo.
Los dolores y malformaciones óseas pueden finalizar en fracturas e incrementar la sensación de dolor.
Ocurre debilidad motriz sobre las extremidades inferiores y puede perderse la función normal de la vejiga y del colon.
Existe una ponderada pérdida del peso, por lo que mientras más avance la enfermedad, el paciente tenderá a verse más delgado.
También hay disfunción eréctil, la cual es ocasionada por la metástasis a tejidos o durante las terapias resolutivas para exterminar al cáncer.
Diagnóstico diferencial
Debido a que es demasiado común la presencia de estas dolencias, lo primordial será eliminar aquellas causas probables para dar con un diagnóstico certero.
Las patologías con manifestaciones clínicas similares son la hiperplasia prostática benigna (principal diferenciador) así como la prostatitis aguda.
Qué esperar de la visita al médico
Lo primero será completar la historia clínica y haber hecho una correcta exploración física del paciente; de este modo el médico puede elaborar un diagnóstico presuncional.
En adición a esto, la persistencia de los signos clínicos ayudan a elaborar un diagnóstico más detallado, por lo que la sinceridad del paciente es de sumo impacto.
Cuando no hay síntomas asociados suele deberse a una presentación temprana del cáncer, algo recurrente durante los chequeos médicos.
Los exámenes concluyentes así como los tratamientos indicados por el médico tienen como fin la resolución de la sintomatología y del cáncer de próstata.