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Síntomas y diagnóstico de apendicitis en adultos

La apendicitis aguda es la principal causa de un cuadro de abdomen agudo y representa la primera causa quirúrgica de urgencia a nivel mundial.

El 7% de la población total va a desarrollar un cuadro de apendicitis en alguna etapa de su vida, teniendo su pico de incidencia entre los 10-30 años.

Puede presentarse en ambos sexos, con mayor frecuencia en el sexo masculino con un 8.6% y 6.7% para el sexo femenino. 

Los síntomas la mayor parte del tiempo son bastante específicos. 

Aunque en ocasiones pueden presentarse algunas variaciones en los síntomas, causando del 20 al 30% de los casos totales pueden darse diagnósticos erróneos. 

El proceso diagnóstico constituye un desafío de gran magnitud y exige un adecuado criterio clínico por parte de los médicos, por lo qué se sugiere utilizar estudios de imagen para obtener un diagnóstico certero. 

¿Qué es el apéndice?

El apéndice es una pequeña porción que sobresale del intestino grueso, cerca del punto de unión con el intestino delgado. 

Tiene una función poco relevante con el sistema linfático del intestino, sin ser indispensable para el funcionamiento intestinal. 

La apendicitis es un proceso inflamatorio agudo de dicha porción del intestino. 

Si este proceso no es tratado de forma inmediata, el apéndice puede llegar a perforarse, es decir, puede reventarse este pequeño saco, causando que las bacterias acumuladas en él, se diseminan por toda la cavidad abdominal, lo que es bastante grave y en ocasiones mortal. 

Causas de apendicitis. 

En la mayoría de los casos, se desconoce la causa exacta de la apendicitis. 

Sin embargo, se sabe que la mayoría de los casos se desarrollan cuando la  luz apendicular se obstruye de manera parcial o total. 

Entre las causas principales de bloqueo se encuentran: 

  1. Una acumulación de heces endurecidas (fecalito) 

  2. Lombrices intestinales 

  3. Semillas de frutas o cereales. 

  4. Tumores 

  5. Lesiones traumáticas

Cuando existe un bloqueo, las bacterias pueden multiplicarse en su interior, provocando el desarrollo de un cuadro inflamatorio y la formación de pus, lo que puede causar una presión bastante dolorosa en el abdomen. 

Síntomas de apendicitis. 

Los síntomas de apendicitis suelen ser bastante claros y específicos, entre los cuales se encuentran: 

  1. Dolor en el ombligo. 

  2. Dolor en la parte inferior derecha del abdomen.

  3. Pérdida de peso. 

  4. Náusea y vómito. 

  5. Distensión abdominal. 

  6. Estreñimiento y/o diarrea. 

  7. Incapacidad para sacar gases. 

  8. Fiebre. 

El síntoma cardinal de la apendicitis es el dolor, el cual puede comenzar como calambres leves, suele volverse más constante y severo en cuestión de horas. 

Puede iniciar en la boca del estómago o en el ombligo, antes de pasar al cuadrante inferior derecho del abdomen. 

Complicaciones. 

La principal complicación de la apendicitis es una perforación, es decir que el saco apendicular se rompa, convirtiéndose en una emergencia médica- quirúrgica.  

De no tratarse puede ser mortal.

Al perforarse el apéndice causa que las bacterias se diseminen rápidamente por la cavidad abdominal, infectando otros órganos y causando un cuadro de peritonitis severo. 

Diagnóstico. 

Para el diagnóstico certero el médico se debe realizar un adecuado análisis de los antecedentes, así como una exploración minuciosa de los signos y síntomas.

Existen algunas pruebas complementarias para el diagnóstico, entre las cuales se encuentran: 

  1. Examen de sangre. El estudio principal que se toma es una biometría hemática, esto para evaluar los niveles de glóbulos blancos, los cuales son indicadores de un cuadro de infección. 

  2. Examen de orina. En ocasiones pueden solicitarlo, para verificar que el dolor no sea originado por una infección urinaria o la presencia de cálculos renales. 

  3. Exámenes de imagen. La radiografía de abdomen es la principal prueba de imagen solicitada en las patologías abdominales (por ejemplo: obstrucción intestinal, vólvulos, cálculos renales, etc.).

Sin embargo, en el caso de la apendicitis no se recomienda en pacientes con cuadro de apendicitis, únicamente se sugiere en caso de sospecha de perforación o obstrucción intestinal. 

Ultrasonido abdominal, actualmente es una de las principales  técnicas de imagen para el diagnóstico de apendicitis, principalmente en pacientes pediátricos y mujeres embarazadas. 

Es el estudio diagnóstico más utilizado en nuestro país, por su practicidad y bajo costo.

Generalmente cuando el paciente llega con cuadro de abdomen agudo sugestivo de apendicitis, y al tratarse de una emergencia médica, se solicita un ultrasonido abdominal de manera urgente. Tomografía de abdomen, se utiliza como medio diagnóstico en casos de sospecha de apendicitis, en los que ya se ha realizado un ultrasonido abdominal y el resultado fue dudoso.

Es considerado el estudio de elección en pacientes con obesidad.

Tratamiento

Es importante iniciar por la hidratación del paciente con líquidos intravenosos y el uso de antibióticos desde que el paciente ingresa al hospital. 

El tratamiento principal para la apendicitis es la apendicectomía. Es decir, la extirpación quirúrgica de la apéndice inflamado. 

En ocasiones, se suele retrasar la intervención quirúrgica, hasta confirmar el diagnóstico de apendicitis con estudios de sangre e imagen.

Aunque la evolución del proceso inflamatorio es bastante rápido, un apéndice inflamado puede llegar a perforarse en menos de 36 horas, llegando a ser mortal en algunos casos. 

En otras situaciones, se suele realizar una laparotomía exploratoria y si no se encuentra inflamado el apéndice, aun así se decide extirpar. Esto para evitar el riesgo de futuros cuadros inflamatorios. 

En caso de que el apéndice se perfore antes de la cirugía, la recuperación puede ser un poco más tardada. Se debe colocar un drenaje para eliminar los fluidos alojados en la cavidad abdominal. 

Si no se presenta ninguna complicación post quirúrgica, el paciente es dado de alta en las primeras 12-24 horas después del procedimiento.

Con la indicación de guardar reposo en casa por aproximadamente 5 días. Debe  tomar  antibióticos y analgésicos. 

Pasado este lapso de tiempo, el paciente puede seguir con sus actividades cotidianas sin restricción alguna.

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